La luz
El partido de Argentina contra los serbios (y el montenegrino) estuvo todo lo bueno que dicen en todos lados. Ya quedó establecido "el gol de los 25 toques" y por suerte lo vimos en vivo y en directo. Seguramente pasará como el segundo gol de Maradona a los ingleses (me acuerdo exactamente todo lo que ocurrió en ese momento, dónde estaba el televisor, donde estaba mi vieja, el momento en que la pelota se metia y yo gritaba como un loco, o mejor: como un preadolescente) .
El "gol de los 25 toques", en cambio fue festejado por esta version mas madura, con un aplauso desde el sofa de la casa de un amigo, diciendo "IMPRESIONANTE" .
Ayer leía el minuto a minuto del guardian y el irlandés que escribe se queda sin palabras para describir el gol.
¿Qué fué lo "impresionante"? Que fue un gol que hace que uno se vuelva a extasiar con la estética del futbol. (Disculpame Lucas, que voy a nombrar a otro para comparar esto) Bielsa, en su Trastorno Obsesivo Compulsivo severo (que espero se esté tratando), no pudo ver mas allá de su obsesion por "disminuir el azar a los niveles mas bajos posibles". Y lo unico que logró es disminuir la posibilidad de lo brillante. Y así, en aquellas madrugadas de mierda del mundial pasado, veiamos al imbecil de Veron yendo a buscar el lateral caminando, al piojo Lopez tirando centros para Crespo, que jugaba como Batistuta, que jugaba como Vieri.
Claro, la "eficacia" en eliminatorias respaldaba el "sistema" rigido, espejo de Europa, sin identidad sudamericana, que ofrecia el equipo. Era mas "profesional". Y así nos vlvimos, paradojicamente por las jugadas que más se pueden "trabajar" y evitar: un tiro libre frente al arco.
Contra Serbia (y alguito contra Drogba de Marfil), había algo que estaba en potencial. Algo "azaroso" que podia pasar. Algo magico: "¿Qué pasa si pone a Messi, con Tevez y Riquelme, y este SuperSaviola que vino a Alemania?". Y estaba la sensacion amarga del Pekerman-De La Rua, del DT cagón que no se anima a ser fiel a su propia historia (un DT que forjó una generación de talentos).
Contra Serbia la magia explotó. Salieron todos los trucos. Los serbios se transformaron en palos, Crespo da el pase numero 24 de taco, dentro del area, para que defina el cinco.
Ese pase es el símbolo del renacimiento (espero) del futbol que mas satisfacciones nos dió. El futbol donde el nueve grandote, que en casi todas las selecciones solo sirve para anabolizarse, chocar y cabecear (los italianos de hoy, son el mejor ejemplo) pudo "entender" que su rol en esa maravillosa jugada era dar el taco para habilitar a que un cinco defina.
Es probable que el partido de ayer haya sido el techo. Es probable que la selección sea una totalmente difrente si el primer gol es marcado por el contrario. Pero que haya existido el partido de ayer es un milagro, una renovación de lo mas cercano a la fe que un "chico de ciencia" pueda tener.
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El "gol de los 25 toques", en cambio fue festejado por esta version mas madura, con un aplauso desde el sofa de la casa de un amigo, diciendo "IMPRESIONANTE" .
Ayer leía el minuto a minuto del guardian y el irlandés que escribe se queda sin palabras para describir el gol.
¿Qué fué lo "impresionante"? Que fue un gol que hace que uno se vuelva a extasiar con la estética del futbol. (Disculpame Lucas, que voy a nombrar a otro para comparar esto) Bielsa, en su Trastorno Obsesivo Compulsivo severo (que espero se esté tratando), no pudo ver mas allá de su obsesion por "disminuir el azar a los niveles mas bajos posibles". Y lo unico que logró es disminuir la posibilidad de lo brillante. Y así, en aquellas madrugadas de mierda del mundial pasado, veiamos al imbecil de Veron yendo a buscar el lateral caminando, al piojo Lopez tirando centros para Crespo, que jugaba como Batistuta, que jugaba como Vieri.
Claro, la "eficacia" en eliminatorias respaldaba el "sistema" rigido, espejo de Europa, sin identidad sudamericana, que ofrecia el equipo. Era mas "profesional". Y así nos vlvimos, paradojicamente por las jugadas que más se pueden "trabajar" y evitar: un tiro libre frente al arco.
Contra Serbia (y alguito contra Drogba de Marfil), había algo que estaba en potencial. Algo "azaroso" que podia pasar. Algo magico: "¿Qué pasa si pone a Messi, con Tevez y Riquelme, y este SuperSaviola que vino a Alemania?". Y estaba la sensacion amarga del Pekerman-De La Rua, del DT cagón que no se anima a ser fiel a su propia historia (un DT que forjó una generación de talentos).
Contra Serbia la magia explotó. Salieron todos los trucos. Los serbios se transformaron en palos, Crespo da el pase numero 24 de taco, dentro del area, para que defina el cinco.
Ese pase es el símbolo del renacimiento (espero) del futbol que mas satisfacciones nos dió. El futbol donde el nueve grandote, que en casi todas las selecciones solo sirve para anabolizarse, chocar y cabecear (los italianos de hoy, son el mejor ejemplo) pudo "entender" que su rol en esa maravillosa jugada era dar el taco para habilitar a que un cinco defina.
Es probable que el partido de ayer haya sido el techo. Es probable que la selección sea una totalmente difrente si el primer gol es marcado por el contrario. Pero que haya existido el partido de ayer es un milagro, una renovación de lo mas cercano a la fe que un "chico de ciencia" pueda tener.