Copa del Mundo Alemania 2006

26 abril 2006

Abondancieri, Coloccini, Ayala, Heinze, Sorín, Mascherano, Cambiasso, Riquelme, Messi, Tevez y Crespo, son para mi los once que van a arrancar jugando el Mundial.

Roberto Abondancieri
Hay algunas cosas que se repiten en todos los mundiales: el hincha que entra al campo desnudo antes de que empiece el partido, los hooligans borrachos (valga la redundancia) que aprovechan para hacer todo lo que en su país ya no les permiten, y los equipos medio pelo que asumen su condición y cuya estrategia consiste en mandar centros, uno atrás del otro, a ver si el grandote cabezea una. Sí, sí señores: en un Mundial, el índice de centros a la olla crece hasta niveles insospechados. El Pato Abondancieri es un arquerazo, pero tiene un gran defecto, quizás el único importante, y es que cuando sale a descolgar un centro, las dudas se le meten por los costados. Mal que me pese, y a pesar de tener defensores que cabecean bien, no puede ser el arquero de la Selección si no queremos estar cortando clavos cada vez que llueve una pelota sobre el
área. Hay un par de factores más que le juegan en contra, como la enorme presión a la que lo somete la prensa (y el público, bah), y la consiguiente falta de seguridad que está mostrando cada vez que se para bajo los tres palos nacionales, pero la dejo acá porque sino da para un posteo entero. Que siga en los comments.

Fabricio Coloccini
Como Pekerman siga usando ese sistema medio extraño en el que se juega con cuatro defensores pero un solo lateral, en este caso Sorín, para poder eventualmente soltarlo en ataque y quedar defendiendo con línea de tres, me parece que Coloccini va a ser titular en el puesto más complicado de definir: ese híbrido entre un marcador de punta derecho y un central. Hasta ahora, cumplió cada vez que le tocó jugar ahí, y no creo que haya demasiados motivos para dudar de su rendimiento en esa posición en el fututo. Un jugador firme en la marca, buen cabeceador, inteligente para jugar la pelota sin necesidad de reventar todo lo que le pasa por al lado como Heinze, y portador de un peinado genial que lo convierte en un león intimidatorio para cualquier rival, excepto quizás para Ronaldinho que de peinados también sabe bastante.

Roberto Ayala
El otrora capitán del seleccionado es una fija para cubrir el puesto de dos, y está bien. Es fuerte, tiene voz de mando, su técnica le permite quitar pelotas sin cometer demasiados foules cerca del área (salvo que quede muy desprotegido), y es un jugador con mucha experiencia a nivel internacional. Es cierto que no le fue muy bien en los mundiales (se comió el gol de Owen en el ´98, y volvió en primera ronda en el 2002), pero tiene mucha más jerarquía que Burdisso, el único que podría reemplazarlo en esta Selección y con este técnico.

Gabriel Heinze
Aparentemente recuperado de su lesión, el toro vuelve al rodeo para llevarse por delante todo lo que se mueva. En el momento en que Pekerman se deshizo de parte de la herencia que le dejó Bielsa (Verón, el Piojo y Gustavo López, etc), tuvo que haberse desecho de Heinze. ¿Cómo fue que el jugador que comete más faltas cerca del área en el mundo, y al cual no se le cae una sola idea a la hora de salir con la pelota desde el fondo, más allá de tirar un pelotazo a dividir, se convirtió en el jugador favorito del Manchester United, y peor aún, en un indiscutido de la Selección Argentina? Para colmo está ocupando el lugar del mejor marcador central que dio este país en el último lustro: Gabriel Milito, un número seis mucho más eficiente, con más personalidad, y con un peinado similar al de Coloccini que le daría a la defensa argentina un toque de distinción único en el mundo.

Juan Pablo Sorín
Bueno, hablando de peinados... Ayer leía la transmisión minuto-a-minuto que hizo el Guardian del partido Arsenal vs Villarreal, y el cronista jodía con que Sorín se parecía a Michael Bolton. Por estos detalles es que amamos las tranmisiones del Guardian. Pero volvamos a lo nuestro... ¿De qué juega Sorín? Juega de tres sólo si el equipo se mete atrás, y sino se mueve en el medio de la cancha, aunque no es raro verlo terminar la jugada como número nueve. Polifuncional, da una mano en todos los sectores y, algo muy importante, corre todo el partido, tanto que a veces uno se acalambra nomás de verlo. Es uno de los poquísimos jugadores símbolos de River que me gustaría que hubieran jugado en Boca, porque la realidad es que la entrega de Sorín no tiene nada que envidarle a la de, no se, Chicho Serna. Obviamente, pelearse con el amargo de Verón también le suma puntos al capitán.

Hasta aquí fue la defensa. En los próximos días seguiremos por el mediocampo, para más adelante, finalmente, terminar este análisis con los delanteros. Y el 10 de Junio a las 16hs, cuando Argentina debute en Alemania contra Costa de Marfil, veremos qué tan acertada estaba mi predicción del once titular. Stay tuned!

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